Abuso de Fármacos con Receta

ABUSO DE DROGAS DE PRESCRIPCIÓN

“He tenido dos sobredosis de pastillas recetadas (Zyprexa) y un amigo cercano murió por el mismo fármaco… No hay peor sensación que la de saber que tu amigo ha muerto porque le diste unas pastillas de las que conocías relativamente poco”. — Linda

“Me di cuenta de que estaba utilizando de manera regular más Xanax. Me tomé una temporada de baja del trabajo para poder salir de esto. Sin el conocimiento de que era ‘adicto’, me salí de ello, paré en seco: estuve en cama durante cuatro días y noches. No dormí ni comí. Vomité. Tuve alucinaciones. Al tercer día sin Xanax, empecé con falta de coordinación y a sentirme trastornado y golpeándome con las cosas... Más o menos al cuarto día ya me preocupé seriamente cuando empecé a tener temblores por todo el cuerpo”. — Patrick

“Un ‘amigo’ mío me enganchó al OxyContin. Empecé con pastillas de 40 mg y después de un par de meses llegué hasta los 60 mg. En este punto ya era muy adicta y comencé a masticar para bajarlas más rápido. Tenía que tomarme una por la mañana o me ponía enferma. Tenía que tomarme otra antes del mediodía. Luego un par más por la tarde y por la noche. Sabía que estaba enganchada, porque tenía que tomarlas para poder funcionar. Me sentía fatal sin ellas. No sólo físicamente, sino que no podía hacer frente a las personas o la vida sin ellas. Luego pasé a 80 mg y mi mundo se vino abajo. Empecé a robar a todo aquel que conocía para satisfacer mi vicio…”. —  Charleen

“Siento como si mi cerebro me estuviera gritando para obtener más de estas pastillas, los sentimientos que tengo sin ellas son demasiado insoportables… Necesito más ayuda para pasar a través de esta retirada de Effexor. Estoy tan deprimida que he comenzado a hacerme cortes en los brazos, y ni siquiera estoy segura de porqué. También tengo alucinaciones cada pocas horas y veo cosas; hoy por ejemplo he visto sangre goteando por mi pared”. — Renee

“Comencé a orinar sangre. Me sentí enfermo… Mi cuerpo estaba débil… Me daba todo igual porque estaba obsesionado con el uso de… Sólo me importaba ‘dar un viaje’… Pensé que podría utilizar Coricidin sólo por diversión, que no importaba. Nunca pensé que me engancharía… Nunca podré recuperar todo ese tiempo. Si pudiera borrarlo y hacerlo desaparecer, lo haría”. — Charlie

“Me doy cuenta que mi interés y la dependencia resultante al speed comenzó cuando se me recetó Ritalín... Al principio era todos los fines de semana, luego era todos los días. Llegué al punto en el que en tres ocasiones robé mi prescripción completa y mentí respecto a haberla recibido en primer lugar... Mi primera parranda fue un evento largo de tres días donde experimenté todos los efectos de falta de sueño.

Comencé a tener alucinaciones de aves volando sobre mi cabeza, sensaciones de que había gente en el mismo cuarto cuando yo estaba solo, y principios de paranoia. Utilicé una receta entera de Dexedrine (de mi amigo) en una semana. Luego volví al Ritalín y de ahí continué...

No recuerdo mucho lo que pasó el último año de secundaria. La gran mayoría me la pasé en el estupor de un sueño paranoico e incoherente. Pero sí recuerdo una depresión abrumante y una incapacidad para comprender exactamente la razón de porqué me estaba yendo peor que nunca en la escuela... Casi no me gradúo, y no hice planes en lo absoluto para la universidad.

En el último minuto me inscribí en una universidad local. Fui capaz de permanecer limpio por casi 17 días antes de que la necesidad de las anfetaminas superara todo lo demás. Tan pronto comencé a usarlas de nuevo, dejé de asistir a las clases. Estaba demasiado deprimida como para que me importara. Asistí a clases durante una semana, y fallé miserablemente”. — Sam