MARIHUANA
“Empecé a consumirla en una fiesta, tras un desafío de un “buen” amigo que dijo que yo era demasiado gallina para fumarme un porro y beberme un litro de cerveza. Yo tenía catorce años por aquel entonces. Después de 7 años de consumir drogas y beber, me encontré a mí mismo al final del camino siendo adicto. Ya no consumía más para sentir euforia, sólo consumía para sentir alguna apariencia de normalidad. Entonces empecé a tener sentimientos negativos sobre mí mismo y mis propias habilidades. Odiaba la paranoia. Odiaba que me miraran por encima del hombro todo el tiempo. Realmente odiaba no confiar en mis amigos.
Me volví tan paranoico que aparté de mi vida a todos y me encontré a mí mismo en un terrible lugar en donde nadie quiere estar: yo estaba solo. Me levantaba por la mañana, tomaba drogas y continuaba tomándolas durante el día.” — Paul
“Me dieron mi primer porro en el recreo del colegio. Ahora soy un adicto a la heroína, y acabo de terminar mi octavo tratamiento de rehabilitación”. — Christian
“El profesor del colegio al que iba fumaba tres o cuatro porros diarios. Consiguió que muchos de los estudiantes empezaran a fumar porros, incluyéndome a mí. Él me incitó a usar heroína, lo cual hice sin oponerme. Para entonces, era como si mi consciencia estuviera realmente muerta”. — Veronique