Las drogas dan como resultado la muerte. Si tú no haces algo para salir de ellas vas a terminar muerto. Ser un adicto a las drogas es como estar preso. Al principio, piensas que las drogas son tus amigas (puede parecer que te ayudan a escapar de las cosas o de los sentimientos que te molestan). Pero pronto encontrarás que te levantas por las mañanas pensando solamente en las drogas.
“Estás todo el día buscando o consumiendo drogas. Vas colocado toda la tarde. Por la noche tomas heroína para poder dormir. Y sólo vives para eso. Estás en una prisión. Te das cabezazos contra la pared, sin parar, pero no llegas a ninguna parte. Al final, tu prisión se vuelve tu tumba”. — Sabrina
DAÑO INMEDIATO: Los efectos iniciales de la heroína incluyen una oleada de sensaciones: una “euforia”. A esto normalmente le acompaña un sentimiento de calor en la piel y la boca seca. Algunas veces, la reacción inicial puede incluir vómito o picor fuerte.
Después de que estos efectos iniciales se desvanecen, el consumidor sufre mareos durante algunas horas. Las funciones básicas del cuerpo tales como la respiración y el ritmo cardíaco se vuelven más lentos.
En las siguientes horas en que los efectos de las drogas han disminuido, el cuerpo del adicto empieza a desear más. Si no obtiene otra dosis, empezará a experimentar el síndrome de abstinencia. El síndrome de abstinencia incluye los severos síntomas mentales y físicos que se presentan si no se le da al cuerpo otra vez una dosis de heroína. Los síntomas del síndrome de abstinencia incluyen inquietud, molestias y dolores de huesos, diarrea, vómito y fuerte malestar.
El “colocón” intenso que busca un drogadicto dura sólo algunos minutos. En un uso prolongado, necesitará aumentar la cantidad de droga sólo para sentirse “normal”.
Efectos a corto plazo:
- “Euforia”
- Respiración más lenta
- Funcionamiento mental nublado
- Náuseas y vómitos
- Sedación; somnolencia
- Hipotermia (temperatura del cuerpo por debajo de lo normal)
- Coma o muerte (debido a una sobredosis)