Leer: En Rollos y en Cocción
DABBING
El THC que se extrae en aceite se puede evaporar en una sustancia pegajosa o cera que se fuma o, más popularmente, se vaporiza. Esa sustancia viscosa puede refinarse aun más en una sustancia similar a un vidrio duro, a menudo llamada “shatter”.
Esta forma concentrada de marihuana se calienta rápidamente en una superficie muy caliente, se vaporiza, y luego se inhala a través de un aparato especial, a veces llamado un “dab” o una “torre de aceite” (oil rig). Este proceso es llamado dabbing.
LOS EFECTOS DEL DABBING
Cuando una persona inhala una “dosis” concentrada a través del dabbing, los efectos físicos y mentales que ocurren con fumar marihuana se intensifican.
El contenido de THC en los dabs oscila de un 60% hasta tan alto como un 90%.
Los concentrados de marihuana son tan nuevos en el escenario que sus efectos nocivos no se han estudiado. Sin embargo, los médicos y especialistas en abuso de drogas están observando que los efectos mentales dañinos creados en la marihuana regular son magnificados en los concentrados de marihuana.
Los usuarios han informado que esta forma de marihuana puede crear crisis psicóticas, alucinaciones (viendo y oyendo cosas que no están ahí), y tener sensaciones como de insectos arrastrándose debajo de la piel.
Debido a que estos concentrados son muy fuertes, ha habido repetidas ocasiones en que se ha tenido que llamar a los equipos del 911 debido a las sobredosis de cannabis.
MOOKING
Fumar tabaco y marihuana juntos en el cuenco de un tubo se conoce como mooking.
Las sustancias químicas del tabaco y la marihuana trabajan en el sistema nervioso y afectan tanto a la mente como al cuerpo. Algunos de estos efectos no se pueden revertir. Fumar se ha sabido que causa enfermedades pulmonares en fase terminal que requieren tubos de oxígeno 24 horas al día. Cuando esto ocurre, la persona ya no es capaz de llevar a cabo una actividad normal. Cosas simples como caminar del dormitorio al baño son casi imposibles debido a una severa insuficiencia respiratoria.
“Terminé en el hospital mental porque habían pasado 10 días y había tenido un total de 10 a 15 horas de sueño”.