La abstinencia a la heroína es una experiencia terrible que empieza a torturar al cuerpo a las pocas horas de la última dosis. Créditos fotográficos: istock.com/Peeter Viisimaa
Los efectos en el cuerpo por el consumo prolongado de esta droga son muy destructivos. Las inyecciones frecuentes pueden causar que las venas colapsen y pueden llevar a infecciones en las arterias y en las válvulas del corazón. Tuberculosis puede tener lugar debido a una condición general no óptima del cuerpo. La artritis es otro de los resultados a largo plazo de la adicción a la heroína.
El estilo de vida de un adicto, donde los consumidores de heroína normalmente comparten agujas, puede conducir a contraer SIDA así como otras enfermedades contagiosas. Se estima que de los 35 mil casos anuales de infección de la nueva hepatitis C2 (enfermedad del hígado) en los Estados Unidos, más del 70% se debe a consumidores de drogas que comparten agujas.
Los abscesos por el uso de jeringuillas marcan el cuerpo de un adicto de 16 años Créditos fotográficos: Departamento del Tesoro de EE.UU., Oficina de Narcóticos/adicto a la heroína
Los efectos a largo plazo incluyen
- Deterioro de los dientes
- Inflamación de las encías
- Estreñimiento
- Sudores fríos
- Picor
- Debilitamiento del sistema inmunológico
- Coma
- Enfermedades respiratorias
- Debilidad muscular, parálisis parcial
- Capacidad sexual reducida e impotencia sexual a largo plazo en los hombres
- Alteración del periodo menstrual en mujeres
- Incapacidad para alcanzar un orgasmo (hombres y mujeres)
- Pérdida de memoria y de capacidad mental
- Introversión
- Depresión
- Abscesos en la cara
- Pérdida del apetito
- Insomnio
“La gente cree que la heroína es lo mejor, pero pierdes todo: el trabajo, tus padres, los amigos, la confianza, tu hogar. Mentir y robar se vuelven un hábito. Ya no respetas a nadie ni a nada”. — Pete